Los churros con chocolate son una cita ineludible en Barcelona tanto para locales como para visitantes. Más allá de las churrerías turísticas hay auténticos templos del «churro» donde la receta se mantiene fiel y el chocolate se sirve espeso, tal y como manda la tradición. En esta guía reunimos cinco lugares imprescindibles para disfrutar de churros crujientes y un chocolate que reconforta en cualquier estación. Si buscas experiencias locales y recomendaciones personalizadas, recuerda que en 5 Sitios te ayudamos a encontrar rincones como estos según tus gustos y ubicación.

1. Granja Dulcinea — Petritxol: El clásico de la calle del chocolate

Situada en la emblemática Carrer del Petritxol, Granja Dulcinea es sinónimo de tradición. Aquí se sirve un chocolate espeso y aromático acompañado de churros perfectamente crujientes por fuera y tiernos por dentro. La sala tiene un aire antiguo y acogedor que invita a detenerse por un rato.

¿Por qué ir? Ideal para quienes buscan la experiencia clásica: ambiente histórico, buen servicio y ubicación perfecta para seguir explorando el Barrio Gótico.

Ubicación: Carrer de Petritxol, 2

Horario: Todos los días 9:00–21:00

2. Granja Viader — Historia centenaria y chocolate inolvidable

Fundada en 1870, Viader combina historia y gastronomía. Sus chocolates y churros son un clásico que ha sobrevivido generaciones. Además del sabor, la visita aporta una experiencia cultural: la atmósfera recuerda a una Barcelona de otra época.

Consejo: prueba su chocolate espeso en taza y acompáñalo con porras para una merienda contundente.

Ubicación: Carrer d’en Xuclà, 4 (El Raval)

Horario: Martes a domingo 9:00–20:30

3. Xurreria Trébol — Opción popular en el Eixample / Gràcia

Xurreria Trébol (también conocida en guías locales) es famosa por sus churros finos y su servicio rápido. Es una gran opción para quienes caminan por el Eixample o Gràcia y quieren una merienda sin complicaciones. Su reputación viene de la consistencia: churros bien fritos y chocolate que acompaña sin agobiar.

Perfecto para: turistas que buscan calidad sin largas esperas y locales que repiten cada fin de semana.

Ubicación: C/ de Còrsega (zona Eixample / Gràcia)

Horario: Consulta horarios, suele abrir mañanas y tardes

4. Xurrería Laietana — Cerca del Born, sabor tradicional

Situada en la zona del Born, Laietana es una churrería con corte clásico que combina la tradición con un punto de barrio. Sus porras son generosas y el chocolate acompaña a la perfección. Es una excelente parada antes o después de visitar las calles históricas del Born.

Ubicación: Zona Born / Via Laietana

Horario: Habitualmente abierto por las mañanas

5. Xurrería San Román (Manuel San Román) — Sabores con historia

San Román es un pequeño negocio conocido por sus churros frescos y sus opciones rellenas. Ha ganado popularidad entre locales y visitantes que buscan calidad y preparación tradicional.

Tip práctico: si quieres probar variantes (rellenos, porras, buñuelos), pregunta por las especialidades del día.

Esta xurrería familiar se destaca por mantener técnicas tradicionales de fritura que se han transmitido por generaciones. Su masa tiene un punto de canela que la hace única en Barcelona, un pequeño secreto que el maestro churrero aprendió durante sus años trabajando en Madrid. A diferencia de otras churrerías, San Román utiliza aceite de oliva suave en lugar de girasol, lo que confiere a sus churros un sabor más redondo y auténtico. Visita temprano si quieres probar su especialidad más demandada: churros rellenos de crema pastelera casera, que suelen agotarse antes del mediodía. Los fines de semana elaboran "xuixos", una variante catalana del churro en forma de espiral que vale la pena probar por su textura especialmente aireada. El local es pequeño pero acogedor, con fotografías históricas de Barcelona que muestran cómo ha evolucionado el barrio durante las últimas décadas.

Los Secretos de los Maestros Churreros

¿Qué hace que un churro barcelonés sea especial? Según los maestros churreros de la ciudad, todo está en los detalles: la temperatura exacta del aceite (entre 180°C y 190°C), el reposo adecuado de la masa (mínimo 30 minutos) y el equilibrio perfecto entre harina, agua y sal. Las mejores churrerías de Barcelona tienen sus propias fórmulas celosamente guardadas, algunas con más de cien años de historia. La tradición churrera llegó a Cataluña desde Madrid en el siglo XIX, pero adquirió características propias: un churro ligeramente más fino y menos graso que el madrileño, y un chocolate más espeso gracias a la influencia de las antiguas rutas comerciales con América.

Los auténticos churros artesanales se reconocen por su textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro, sin exceso de aceite. En cuanto al chocolate, las granjas históricas como Dulcinea y Viader utilizan un 70% de cacao puro con un toque de canela y vainilla, creando esa textura densa característica que permite "mojar y sostener" sin que el churro se rompa. La mejor hora para degustarlos es entre las 9:00 y las 11:00 de la mañana, cuando la masa está recién preparada y el chocolate acaba de alcanzar su punto perfecto de temperatura.

Conclusión: Barcelona ofrece tanto establecimientos centenarios como opciones más modernas y de barrio para disfrutar del clásico churro con chocolate. Si quieres recomendaciones personalizadas según tu ubicación y estilo, 5 Sitios te puede sugerir las mejores opciones en tiempo real. Además, si te gustan los cafés escondidos, echa un vistazo a nuestra guía de cafeterías escondidas en Barcelonapara un plan dulce completo.